Envejecimiento Saludable: Desafíos y Prioridades para la Calidad de Vida

alimentación plena antienvejecimiento clasedenutricion comer en familia comerbien estilo de vida Nov 02, 2023

En el 2018 algo histórico ocurrió: por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo.

Con el aumento de la esperanza de vida y el crecimiento de la población de adultos mayores, la salud y calidad de vida de este grupo se convierten en una prioridad.

La ONU nos dice que para el año 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años, en comparación con una de cada once en 2019. Estas son las personas que hoy tienen 38 años. Tanto ésta como las generaciones siguientes se espera que continúen trabajando, ya que el retiro no es una opción viable.

También se espera que el número de personas de 80 años o más se triplique, pasando de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050, lo que presenta desafíos adicionales para la atención de la salud y la calidad de vida. Este envejecimiento demográfico plantea desafíos significativos en términos de salud y economía tanto para las personas como en términos globales. 

¿Sabes que en Japón se producen más pañales para adultos que para niñ@s? La calidad de vida que aspiramos a tener a partir de la mitad de nuestra expectativa de vida no debería dejarse al azar. Cada elección que hacemos a diario, desde lo que comemos y cómo nos cuidamos, influye en el tipo de salud -o enfermedad-  que tendremos a largo plazo.

  • En México y Estados Unidos, la población mayor de 65 años seguirá creciendo en las próximas décadas, lo que tendrá un impacto significativo en la economía y la atención médica. Algunas estadísticas clave incluyen:
  • En México, se estima que para 2050, alrededor del 16% de la población tendrá 65 años o más, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
  • En Estados Unidos, el censo estima que la población mayor de 65 años superará los 80 millones para 2050.
  • La desnutrición y la obesidad son factores que aumentan el riesgo de fragilidad en las personas mayores. La fragilidad puede llevar a la pérdida de independencia y a problemas de salud adicionales.

Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar que nuestros últimos años se vean afectados por enfermedades y medicamentos? ¿Cómo podemos aspirar a tener 65 años o más, sentirnos bien, fuertes, independientes y con una mente lúcida?

La nutrición desempeña un papel crucial en la salud a largo plazo.

A medida que envejecemos, nuestros requerimientos nutricionales cambian, de igual manera, cambia la capacidad de nuestro sistema digestivo para absorber nutrientes. Las dificultades para comer debido a problemas dentales o intolerancias alimentarias son comunes en esta etapa de la vida y es frecuente que las personas mayores opten por alimentos fáciles de tragar y digerir, como carbohidratos, frutas y helados. También es posible que prefieran alimentos empaquetados para evitar cocinar. Sin embargo, es esencial recordar que consumir estos alimentos conduce hacia la pérdida muscular, a la debilidad, y a un mayor riesgo de enfermedades crónicas, por lo tanto, a mayor dependencia. 

Para mantenerse fuertes y activo, es importante consumir alimentos densos en nutrición y asegurarse que el tracto digestivo funcione (esto debe ser con un abordaje individualizado, en consulta).

Los alimentos que no pueden faltar, son: 

  • Proteínas de calidad.
  • Grasas saludables.
  • Fibra y antioxidantes de frutas y verduras.
  • Suficiente hidratación.
  • Suplementos, los cuales se determinan en consulta. Sin embargo, el Omega 3 y los probióticos se pueden considerar como suplementos básicos.

Trabajar en mantener la salud hoy puede hacer una gran diferencia en el futuro. Al adoptar un enfoque proactivo hacia la salud y el bienestar, podemos disfrutar de una vida larga, independiente y significativa a medida que envejecemos. El envejecimiento no tiene por qué significar enfermedad.

Es difícil y hasta triste ver que algunas personas, por su edad, consideran que deben aceptar condiciones, afecciones, síntomas o enfermedades porque se asocian con la edad. En consulta hemos visto “jóvenes” de 32 años que tienen varias enfermedades diagnosticadas, otras más sin diagnosticar, que se encuentran limitadas física, sexual y anímicamente; y también hemos trabajado con pacientes de 82 años que tienen una vida vibrante, que han reducido el consumo de medicamentos e inclusive eliminado enfermedades. 

Tenemos un paciente que escribió un ensayo donde comenta que recuperar su salud fue recuperar su libertad ya que creía que todo lo que tenía se debía a la edad. Una vez que resolvió la mayoría de sus temas de salud y dejó de tomar tanto medicamento, redescubrió su juventud y pudo nuevamente volcarse a sus proyectos.

Al adoptar un enfoque proactivo hacia la salud y el bienestar, podemos disfrutar de una vida larga, independiente y significativa a medida que envejecemos. El envejecimiento no debe ser sinónimo de enfermedad. ¡Tu futuro está en tu tenedor! Comienza a cuidarte hoy mismo.

Por ti, por tu salud,

Lucía

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